Lunes 31 de Octubre de 2016

Hoy me he levantado inquieto porque tengo mi última salida terapéutica de 7 días y he dormido poco.

El viaje hacia mi casa ha sido de ilusión y ganas de ver a mis hijos y mi mujer. Cuando he llegado he abrazado a mis hijos con entusiasmo y alegría.

Después hemos comido juntos en armonía. Más tarde me sentía cansado y me he echado la siesta.

Cuando me he levantado he llevado a mi hijo a su entrenamiento de fútbol y he participado con los entrenadores en dicho entrenamiento. Ha sido para mi un agrado y me siento valorado.

Más tarde he ido a cortarme el pelo y a visitar a mis padres. Hablando con mi padre me he sentido con recelo de algún comentario que me ha hecho, pero yo no me he callado ni guardado nada y de buenas formas me he posicionado con él, haciéndole saber que yo tomo mis decisiones y que si me equivoco aprenderé de ello. Me he sentido liberado.

Más tarde he recorrido las calles de mi barrio con mis hijos visitando algunas casas para pedir caramelos, ya que esta noche era hallowen.

He tenido que regresar con mi hijo pequeño porque se encontraba mal, pero de todas formas me ha venido bien porque me sentía agotado del día de hoy.
Martes 1 de Noviembre de 2016

Hoy me he levantado motivado e ilusionado porque estoy en mi casa. Ya es mi segundo día de salida terapéutica de los siete que me han dado.

He ido a comprar churros para mi mujer e hijos con ganas y también con hambre.

Después de desayunar mi mujer y yo hemos hecho las cosas de la casa y nos hemos ido a caminar durante una hora y media.

Me he sentido liberado por salir un poco a la calle a despejarme en plenitud por el desgaste físico realizado y optimista, ya que durante el camino mi mujer y yo hemos hablado de la forma en la que vamos a intentar llevar la educación de nuestros hijos. Para mi eso es muy importante.

Después de comer me he echado la siesta porque me sentía cansado. Después de la siesta he ido a andar en bici porque me da placer el desgaste físico.

A la vuelta estaban mis hijos jugando con sus amigos y me he quedado a jugar con ellos, sintiéndome animado y cómodo, ya que me encanta jugar con niños.

Ya en casa me he duchado sintiéndome relajado. El día ha terminado viendo un poco la tele y a dormir.

Miércoles 2 de Noviembre 2016

Hoy me he levantado en mi tercer día de salida terpéutica con pereza a las 8 de la mañana.

Después de llevar a mis hijos al cole mi mujer y yo hemos ido a desayunar, cosa que me fascina, y después al mercadillo a comprar ropa.

La verdad es que a mi el mercadillo me agobia un poco por la cantidad de gente que hay y las aglomeraciones me desesperan.

Pero hoy había poca gente, ya que hemos ido temprano. Me he sentido sorprendido y espantado de ver tanto puesto de ropa para mujer y tan pocos para hombres.

También con deseo de comprarme unos tenis marrones muy bonitos que había, pero ya tengo dos pares y a mi pesar no he querido comprarlos, lo que me ha hecho sentir indignado.

Me he dado cuenta también que a veces hay que tener los pies en el suelo y no comprar si no lo necesito.

De vuelta a mi casa, hablando con mi mujer de mi hija de quince años, me he sentido con rabia y desanimado porque creo que mi mujer le permite muchas cosas a mi hija, que aunque saca muy buenas notas y es muy formal y buena, en casa ayuda poco y eso me hace sentir impotente.

Después de comer he echado la siesta. Cuando me he levantado me sentía molesto e inquieto.

Hablando con mi mujer de un tema me he vuelto a enfadar yo solo. No sé por qué me entra la apatía, el desasosiego y la hostilidad, pero no me gusta sentirme así.

He cogido mi bicicleta y he ido una hora para soltar malas energías. Cuando he regresado mi hijo pequeño se había caído y hecho sangre en la cabeza.

No he conseguido bajar mucho mi estado negativo así que he esperado a después de cenar para hablar con mi mujer para hablar del día de hoy y contarle mis emociones.

Ella la verdad es que me comprende y tiene paciencia conmigo, lo que me hace sentir en calma y con gratitud.

Jueves 3 de Noviembre de 2016

Hoy es mi cuarto día de salida terapéutica. Me he levantado angustiado porque ayer mi mujer y yo nos enfadamos.

Después de llevar a mis hijos al colegio he dialogado con mi mujer. Me he sentido triste y desconsolado por mi actitud de ayer, de encerrarme en mi mismo y no querer dialogar con ella.

Después hemos hablado tranquilamente y me he sentido desahogado y con empatía hacia mi mujer.

Más tarde ella y yo nos hemos ido de compras. La verdad es que a mi ir de compras me agobia sobre todo cuando hay que ir a comprar ropa.

Pero había poca gente y me he sentido tranquilo. Después de comer he llevado a mi hijo pequeños a entrenar a fútbol y he participado en el entrenamiento con predisposición e ilusión.

De vuelta a casa a empezado a llover y he dedicado la tarde a preparar la cena de hoy y la comida de mañana con motivación y satisfacción.

Después de cenar me sentía cansado, ya que hoy no he dormido la siesta, así que me he ido a la cama temprano para descansar bien y afrontar el día de mañana con muchas ganas e ilusión.

Domingo 6 de Noviembre de 2016

Hoy me he levantado con pereza e inquietud. Es mi séptimo día de salida terapéutica y mañana he de regresar a la comunidad de Girasol.

Estos siete días de salida de Girasol han sido satisfactorios y de aprendizaje con mi familia y observándome en cada día.

Sobre todo observando mis actitudes, mis emociones y aprendiendo a controlarme.

Por la mañana he ido con mi familia al parque de paseo y a jugar con mis niños. Me he sentido en armonía y dichoso con los míos.

Después he comido en casa de mis suegros donde he comido muy bien, pero en algún momento me he sentido agobiado y desesperado por el bullicio que había, ya que allí hemos comido diecisiete personas.

Pero para relajarme cuando estaba agobiado me he salido a la calle a respirar aire puro.

Después hemos vuelto a casa y he pasado la tarde viendo una película, pero como me sentía cansado me he dormido la siesta. Me he levantado animado y con ganas.

Más tarde me he duchado con mis hijos entre juegos y risas, lo que me ha hecho sentir con agrado y animado.

Acto seguido he preparado la cena con mi mujer en armonía y he preparado la maleta para la vuelta de mañana a Girasol con desgana y amargura de tener que dejar a mis hijos otra vez.

Pero con ganas y predisposición de seguir mi terapia en Girasol, ya que sólo me quedan dieciocho días de terapia.

Lunes 7 de Noviembre de 2016

Hoy me he levantado con ganas e ilusión para llevar a mis hijos a la escuela, pero a la vez triste y resignado por tener que volver a separarme de ellos para volver a Girasol.

He desayunado con mis padres en tranquilidad y después he ido a cobrar un boleto de quiniela que estaba premiado con 270€.

Me ha invadido la alegría y el asombro, porque es la primera vez que me toca tanto dinero y no gastármelo en consumir droga, cosa que hacía muchos años que pasaba.

Entusiasmado y esperanzado, ya que después de casi 6 meses estoy viendo que mi trabajo en Girasol está dando sus frutos.

Cuando he llegado a la comunidad me he sentido inquieto por saber qué tal estarian las cosas aquí después de una semana.

También me he sentido motivado para afrontar mi recta final en la comunidad.

La tarde ha transcurrido tranquila y he asistido a dos terapias de las cuales he aprendido aún más y he salido contento.

Después he ayudado en la cocina sintiéndome participativo.

Acabada la cena en el tiempo libre que tengo antes de irme a dormir he jugado al dominó con tres compañeros más en armonía.

Ha sido un día muy completo del cual sigo aprendiendo a observarme y mejor día a día.

Martes 8 de Noviembre de 2016

Hoy me he levantado con pereza porque hacía mucho frío y me apetecía quedarme un ratito más en la cama descansando.

Me ha tocado hacer hoy las tostadas para todos mis compañeros, las he hecho con ánimo y motivación.

Después de desayunar me he puesto a trabajar con mis compañeros con predisposición y empatía.

A media mañana Juan Antonio me ha llamado porque hoy venían cuatro chicos nuevos. He hecho junto con él el ingreso de los cuatro, dialogando con ellos y sientiéndome con aprecio por cada uno de ellos.

Me han recordado por sus caras mi llegada a Girasol de incertidumbre, nervios y curiosidad y me he sentido cercano a ellos para que se sientan como en su casa.

Después de comer les he ayudado a instalarse en sus habitaciones y he acudido a mi terapia con satisfacción.

Cuando he salido de la terapia un compañero me ha preguntado qué me parecen los cuatro compañeros nuevos.

Mi respuesta ha sido que bien, pero que uno de ellos, que viene de prisión me causa dudas, ya que parecía un poco impulsivo y teniendo la experiencia de otros chicos que han estado aquí de prisión, pues me parecía tener esa misma opinión.

Qué casualidad que que este chico ha oído la conversación, lo que me ha hecho sentir criticón, hostil y abatido porque en el momento que le he mirado a la cara me he dado cuenta que me había equivocado y que no hay que juzgar a las personas con sólo su apariencia.

Me he dado cuenta de mi error y le he pedido disculpas. He notado que él estaba dolido y poniéndome en su lugar a mí tampoco me hubiera gustado que me juzgasen sin conocerme.

Esta situación de hoy me ayuda a no volver a cometer este tipo de errores, ya que me causa vergüenza y malestar interno.